¿Qué servicios ofrece una asesoría fiscal? Guía práctica

Contar con una asesoría fiscal profesional ya no es solo cosa de grandes empresas. Autónomos, pymes e incluso particulares con ingresos complejos encuentran cada vez más valor en delegar la gestión fiscal a expertos. Pero ¿qué servicios ofrece realmente una asesoría fiscal? ¿En qué puede ayudarte más allá de presentar impuestos?

En esta guía práctica, desde Contigo Asesoría te explicamos con detalle los principales servicios que ofrece una asesoría fiscal y cómo cada uno de ellos puede ayudarte a mejorar la gestión de tu negocio o tu economía personal.

¿Qué es una asesoría fiscal y cuál es su función?

Una asesoría fiscal es un servicio profesional orientado a ayudar a personas físicas y jurídicas a cumplir con sus obligaciones tributarias. Pero su función no se limita al cumplimiento: también busca optimizar la situación fiscal del cliente, encontrar beneficios legales, reducir riesgos y actuar como intermediario ante la Administración.

Este tipo de asesoría se adapta a las necesidades concretas de cada cliente. No es lo mismo asesorar a un autónomo que a una sociedad, o a un particular con ingresos del extranjero que a una comunidad de bienes. Lo importante es que el servicio sea personalizado, riguroso y actualizado.

Principales servicios de una asesoría fiscal

A continuación, te detallamos los servicios más comunes que ofrece una asesoría fiscal profesional, como Contigo Asesoría, con una explicación clara de qué incluye cada uno.

Declaración y presentación de impuestos

Es uno de los servicios más conocidos y fundamentales. Una asesoría fiscal se encarga de preparar, revisar y presentar todos los modelos fiscales exigidos por la Agencia Tributaria.

Entre los modelos más habituales están:

  • Modelo 100: declaración de la renta (IRPF).
  • Modelo 303: IVA trimestral.
  • Modelo 130 o 131: pagos fraccionados de autónomos.
  • Modelo 390: resumen anual del IVA.
  • Modelo 200: impuesto sobre sociedades.
  • Modelo 347: operaciones con terceros.
  • Modelo 115: retenciones de alquileres.

El asesor revisa que todos los datos sean correctos, que se apliquen correctamente las deducciones y bonificaciones, y que no se cometan errores que puedan dar lugar a sanciones.

Planificación fiscal

Más allá de cumplir con las obligaciones, una buena asesoría fiscal también ayuda a planificar para pagar lo justo y aprovechar las ventajas legales disponibles.

La planificación fiscal incluye:

  • Estudio de la estructura del negocio (autónomo vs. sociedad).
  • Elección del régimen fiscal más favorable.
  • Anticipación de impuestos futuros.
  • Recomendaciones de inversiones o gastos deducibles.
  • Estudio de deducciones aplicables.

Este servicio es especialmente valioso para empresas en crecimiento, autónomos que están empezando o negocios que están en proceso de transformación.

Atención a requerimientos e inspecciones de Hacienda

En caso de recibir un requerimiento, inspección o notificación de Hacienda, una asesoría fiscal actúa como intermediario y defensor del cliente. Este servicio incluye:

  • Revisión del requerimiento y documentación solicitada.
  • Redacción de alegaciones y recursos.
  • Representación ante la Agencia Tributaria.
  • Asesoramiento sobre los pasos a seguir y sus implicaciones.

Contar con apoyo profesional en estos casos es crucial para evitar errores o sanciones por desconocimiento o falta de respuesta a tiempo.

Gestión de notificaciones electrónicas

Desde hace años, muchas empresas y autónomos están obligados a recibir comunicaciones de Hacienda por vía electrónica. Una asesoría fiscal gestiona este buzón digital (DEHú o Dirección Electrónica Habilitada) para que no se pase por alto ninguna notificación importante.

Esto implica:

  • Revisión periódica del buzón.
  • Avisos al cliente en caso de notificaciones.
  • Respuesta dentro de los plazos legales.
  • Archivo y control de las comunicaciones recibidas.

Evitar una notificación electrónica no leída a tiempo puede ahorrarte más de un disgusto.

Asesoramiento continuo y resolución de dudas

Una asesoría fiscal también está para ayudarte en tu día a día, resolviendo dudas que van surgiendo sobre tu actividad, tus ingresos o decisiones estratégicas. Algunos ejemplos:

  • ¿Puedo deducirme el coche como autónomo?
  • ¿Cómo declaro ingresos del extranjero?
  • ¿Me conviene amortizar un bien este año?
  • ¿Qué pasa si tengo dos actividades económicas?

Un buen asesor fiscal no solo contesta, sino que te explica, compara y recomienda la mejor opción para ti.

Alta y baja de autónomos

Muchos emprendedores recurren a una asesoría fiscal para gestionar todo el proceso de alta como trabajador autónomo. Este servicio incluye:

  • Asesoramiento previo sobre obligaciones fiscales y legales.
  • Alta en Hacienda y Seguridad Social.
  • Elección de epígrafe IAE y régimen fiscal.
  • Comunicación de datos al RETA.

En caso de cese de actividad, también gestionan la baja de forma ordenada para evitar problemas posteriores.

Constitución de sociedades

Si decides dar el paso y crear una empresa, una asesoría fiscal te acompaña en todo el proceso de constitución:

  • Asesoramiento sobre el tipo de sociedad (SL, cooperativa, etc.).
  • Elaboración de estatutos.
  • Tramitación ante notaría y Registro Mercantil.
  • Alta en Hacienda y obtención de NIF.
  • Inicio de actividad y obligaciones fiscales asociadas.

Este servicio es fundamental para comenzar con buen pie y evitar errores legales o contables desde el primer día.

Informes y análisis fiscales

Otro servicio relevante es la elaboración de informes personalizados que permiten entender la situación fiscal del cliente, prever pagos futuros o tomar decisiones con base real.

Estos informes pueden incluir:

  • Simulación de la declaración de la renta.
  • Estimaciones de IVA y retenciones.
  • Análisis de rentabilidad fiscal.
  • Comparativa entre regímenes fiscales.

Todo ello permite una gestión más eficiente y una toma de decisiones más estratégica.

¿Quién necesita una asesoría fiscal?

La respuesta es clara: casi todo el mundo puede beneficiarse de una buena asesoría fiscal. Pero hay casos en los que se vuelve especialmente recomendable:

  • Autónomos que facturan de forma regular.
  • Pymes con empleados y obligaciones múltiples.
  • Personas con ingresos del extranjero o rentas complejas.
  • Inversores con patrimonio inmobiliario o financiero.
  • Empresas en fase de crecimiento o transformación.

Tener a un profesional que te acompañe, te aconseje y se encargue de los trámites no solo te ahorra tiempo: también te da seguridad.

Tu tranquilidad fiscal empieza con el asesor adecuado

Una asesoría fiscal no es solo para presentar impuestos. Es un aliado que te ayuda a entender, planificar y optimizar tu relación con Hacienda. En un entorno normativo cada vez más complejo, contar con profesionales que te guíen puede marcar una gran diferencia.

En Contigo Asesoría trabajamos cada día para ofrecer un servicio completo, cercano y personalizado. Nos encargamos de tus impuestos, pero también de tus dudas, tus retos y tu crecimiento. Si buscas una asesoría fiscal de confianza, estamos contigo.

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